Todo empieza en el verano de 1935,
cuando la familia se prepara para recibir la visita del hermano mayor,
acompañado por un acaudalado empresario chocolatero. Cecilia debe adornar con
flores la casa para el recibimiento de los mencionados, lo que le da pretexto
para ir a llenar el florero de agua a una de las fuentes de la casa y poder
toparse en el camino con Robbie, quien igualmente enamorado de la joven intenta
colaborarle en su labor, rompiendo sin querer el objeto.
Cecilia iracunda decide internarse
en la fuente, para hallar un trozo del florero que ha caído allí, así que se
quita parte de su ropa y queda semi desnuda, al salir se viste presurosamente y
se va del lugar. Sin embargo su hermana menor que miraba a través de la
ventana, malinterpreta la acción al no conocer las instancias en las que todo
se dio y ella misma es testigo más tarde de la pasión de los amantes cuando en
la noche, antes de la cena de bienvenida para los invitados, los encuentra en
la biblioteca en medio de un acto sexo erótico.
Más tarde, cuando todo la familia se
da a la búsqueda de dos gemelos perdidos, quienes huyen de la casa por sus
conflictos familiares, se presenta la coartada perfecta para la
"venganza" de Briony: la niña de trece años es testigo presencial de una
violación a su prima Lola (hermana de los gemelos) y deliberadamente culpa a
Robbie del crimen, asegurando que ella misma lo vio (a pesar de que esto es una
mentira, pues el millonario es el verdadero culpable, pero la niña no lo delata
con tal de vengar su dolor). Robbie, que regresa horas más tarde con los niños
perdidos, es recibido por la Policía y llevado a prisión, acusado del crimen,
solo por el capricho de una niña celosa.
Es así como la historia salta cuatro
años, mostrando a una Cecilia trabajando como enfermera en Londres y huyendo de
las plegarias y disculpas superfluas de Briony; un Robbie que sigue amando a
Cecilia y después de salir de la cárcel para combatir en la Segunda guerra
mundial en Francia, intenta reencontrarse con ella; y Briony, más madura y
afligida por su equivocación, que arrastró con la felicidad de su amor
platónico y de paso la de su hermana.
Ella para demostrar su
arrepentimiento deja de lado sus estudios y sigue la vocación de su hermana,
ayudando a los militares heridos (allí conoce a un chico que le llama la
atención, pero más tarde él pierde la vida en el hospital). Abatida, busca incesantemente a su hermana
hasta que logra encontrarla en una sencilla casa acompañada por Robbie, les
pide perdón y se marcha para siempre.
Aquí ocurre el salto en el tiempo
más largo y quizá el más importante en la historia, cuando filme se desenlaza
con una Briony senil, presentando su último libro (el que cuenta el relato
ocurrido en el verano del 1935) mostrándola
abrumada por el peso de haber arruinado la vida de las dos personas que
más quería, la certeza en la importancia de decir la verdad a tiempo y el dolor
de que la escena donde se disculpa sea falsa, fruto de su imaginación, pues
realmente nunca lo hizo, ya que ambos murieron antes de poderse reencontrar y
tener una vida juntos. Lo último que los espectadores percibimos es la
idealización de lo que hubiera podido ser la felicidad de Cecilia y Robbie,
juntos en una cabaña, a la orilla del mar, lejos de mentiras, conflictos familiares,
guerras y Briony. A pesar de que esta sea solo otra ilusión de ella misma.
La historia nos ofrece una visión de
la importancia del presente y el ahora, de lo nocivo de las mentiras y el valor
para reconocer los equivocaciones. Briony logró arruinar su vida desde los
trece años, por un berrinche infantil que hizo infeliz su existencia, y de paso
la de su hermana y enamorado, hecho que la atormentó por siempre. El título del
filme (atonement) indica en español "reparación", todo lo que Briony
no pudo hacer con el abismal error que nunca reparó y la torturó hasta su
tumba, influyendo en su último libro, al que decide darle un final
netamente imaginario, para intentar
liberar su alma del peso que ha cargado siempre, aunque ella lo interprete como
su reivindicación con las dos personas a las cuales les causó más daño. Otro
punto importante de vista en la presentación de la película son los saltos en
el tiempo que permiten dejar al espectador con muy poca información para juzgar
los actos, hasta la siguiente aclaración, sin mencionar la cautivante banda
sonora, y la muy buena escenografía
acentuando el carácter de cada toma.